La Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología del Periodismo de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) ha preparado una actualización de su código deontólogico, que data de 1993. Como novedad más importante, el documento incluye por primera vez el derecho al olvido; además de reformar las referencias a los derechos de autor y la separación entre información y publicidad.
El código renovado reconoce así que los periodistas no deben exponer públicamente, sin causa justificada, datos que forman parte de la privacidad de la persona, como pueden ser enfermedades, encarcelamientos y otras situaciones civiles que no deben traspasar la frontera privada. Concretamente, se señala en el Principio General 4.b: “El periodista respetará el derecho al olvido como expresión del derecho a la intimidad. No hará uso de informaciones halladas en Internet sobre la vida pasada de una persona con fines espurios de manchar su dignidad cuando se trate de episodios de los que haya sido reahabilitado o haya pagado por ellos”.
Otra de las novedades es la modificación del punto cinco en el capítulo de Estatuto, para exigir de forma más clara y contundente el respeto a los derechos de autor. La nueva redacción dice: “El periodista respetará y hará respetar los derechos de autor y propiedad intelectual que se derivan de toda clase de actividad creativa, excluyendo cualquier forma de plagio y prestando especial atención a que la reproducción de múltiples contenidos a través medios tecnológicos no vulnere los referidos derechos”.
Por otra parte, se modifica el principio de actuación sexto, sobre la separación entre información y publicidad: “A fin de no inducir a error o confusión de los usuarios, el periodista está obligado a realizar una distinción formal entre la información y la publicidad. Se entiende contrario a la ética de la profesión periodística su ejercicio simultáneo con la publicidad, o con aquellas actividades de comunicación social, incluidos grupos de interés, cuando con ello se afecten los principios y normas deontológicas del periodismo”.
En el preámbulo se especifica, además que esta normativa deontológica afecta a todos los periodistas. “Esas pautas de comportamiento profesional también han de hacerse efectivas en el ejercicio del periodismo cualquiera que sea el soporte tecnológico utilizado“. Finalmente, se introducen algunos cambios semánticos importantes, como “veracidad” en lugar de “honestidad”, tener una “conducta responsable” en lugar de “intachable” o sustituir “minusvalía” por “discapacidad”.