Andrés Rábago, ‘El Roto’, recibe el Premio Libertad de Prensa de la Cátedra UNESCO de coomunicación de la UMA

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Andrés Rábago, El Roto, ha recibido este miércoles el V Premio Internacional de Libertad de Prensa 2014 que concede la Cátedra UNESCO de Comunicación, según resolución del jurado integrado por los decanos de las Facultades integradas en Asociación Española de Universidades con Titulaciones de Información y Comunicación (ATIC).

El Roto premio
‘El Roto’, recogiendo el premio.

El galardón destaca la línea de independencia y espíritu crítico que argumentan las viñetas periodísticas de Andrés Rábago, El Roto, en El País, en las que, más allá de la descripción de hechos y situaciones de la realidad nacional y global, ejercita una lectura ética, con una clara conciencia de la degradación sistémica, la corrupción y la crisis generalizada de valores.

El premio otorgado a Andrés Rábago (Madrid, 1947) ha sido entregado en un acto público, en el Salón de Actos del Rectorado de la Universidad, en el que han estado presentes, entre otros, el periodista Miguel Ángel Aguilar, que ha hecho una semblanza del galardonado; José Ángel Narváez, vicerrector de Coordinación Universitaria de la UMA; Bernardo Díaz-Nosty, director de la Cátedra UNESCO de Comunicación, y Juan Antonio García Galindo, decano de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Málaga.

Aguilar utilizó su ironía y su retranca para acercar el perfil de El Roto al auditorio. Sin dejar de lado la actualidad nacional, el que fuera el primer director del homenajeado desde que éste utiliza ese sobrenombre (anteriormente firmaba como Ops), alabó la inteligencia de Rábago, del que dijo que, con sus dibujos de El País, “demuestra que se puede actuar local pensando en global”.

 

Ánimo de agradar

“Andrés carece del ánimo de agradar”, continuó, tras lo que aseguró que el autor de las viñetas más ácidas de la prensa española “no se mide más que con su talento”. Concluyó Miguel Ángel Aguilar hablando de la situación de los medios de comunicación en la actualidad, para lo que citó una viñeta de El Roto en la que se ve a una persona delante del televisor mientras afirma: “Menos mal que de vez en cuando interrumpen la propaganda para dar publicidad”.

Por su parte, Bernardo Díaz-Nosty indicó que Andrés Rábago “pone voz a nuestro silencio, rompe la agenda tradicional y da su visión de los que dominan las cloacas. En estos tiempos de recortes de la palabra, una viñeta vale más que más que 2.000 idem”, sentenció el director de la Cátedra UNESCO de Comunicación.

De otro lado, el vicerrector de Coordinación Univesitaria consideró “un orgullo” para la Universidad conceder este premio y apeló a la formación, “porque sin ella no hay libertad”. En este sentido, el decano de Comunicación aseguró que Andrés Rábago “es un claro ejemplo para la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UMA por su compromiso con la democracia”.

 

Autodidacta

De formación autodidacta, empieza a partir de 1968 a publicar viñetas e ilustraciones en revistas como Hermano Lobo. Siguió colaborando luego en numerosos medios impresos, como pueden ser La Estafeta Literaria, La Codorniz, Triunfo, Cuadernos para el Diálogo, El Independiente o Ajoblanco. Realiza también el cortometraje de dibujos animados titulado La edad del silencio.

En 1978, inició su colaboración con las revistas del incipiente boom del cómic adulto, en concreto con Totem, seguida de El Jueves, El Cuervo o Madriz. Además, siguió publicando en prensa; Diario 16, Cambio 16, Tiempo, El Periódico de Cataluña, Informaciones, Pueblo, Hoja del Lunes, etcétera. En la actualidad publica en El País.

El premio Libertad de Prensa de la Cátedra UNESCO ha sido concedido, en anteriores ediciones, a la periodista congoleña Caddy Adzuba, por la defensa de la integridad de las mujeres periodistas en África; a los periódicos The New York Times, The Guardian, Le Monde, Der Spiegel y El País, por la publicación de los papeles de Wikileaks; a Fran Llorente, director de los servicios informativos de Televisión Española, en reconocimiento de una labor periodística ajustada a los postulados profesionales que debe guiar a los medios públicos; y a Gervasio Sánchez, por su trabajo como fotoperiodista en la denuncia de conflictos bélicos silenciados y en la defensa de la ética profesional y los derechos humanos.