Leticia Celma
La periodista Carmen Marta Lazo analiza la trayectoria del Grupo de Investigación en Comunicación e Información Digital (GICID) de la Universidad de Zaragoza, del cual es la investigadora principal. Recientemente ha publicado, gracias a las investigaciones realizadas, ‘La comunicación digital en Aragón’ cuyos resultados muestran un alto nivel de analfabetismo digital todavía existente en la población. Además GICID ha comenzado un proyecto europeo sobre los MOOC. De esta forma, y recordando las características de la universidad pública, la docente ha despejado las dudas acerca del supuesto descontento del alumnado que se reflejó en algunos medios de comunicación aragoneses.
¿En qué consiste la nueva investigación, que presentó en el Congreso de Periodismo Digital?
Es un libro que compendia diferentes capítulos relacionados con los medios tradicionales, cómo se implementa cada uno en Internet, cuál es su desarrollo, su evolución, en prensa, radio, televisión y comunicación corporativa. Es fruto de una serie de investigaciones que hemos desarrollado desde el Grupo de Investigación en Comunicación e Información Digital en el que estamos 18 investigadores de la Universidad de Zaragoza y otros 10 de otras universidades y también profesionales de medios de comunicación aragoneses. Se trata de un análisis de carácter longitudinal, durante dos años, desde 2011 hasta finales de 2013, donde está representada toda la ciudadanía española.
El equipo de investigación de la Universidad de Zaragoza, presentando el libro. /Álvaro Calvo
¿Qué conclusiones han comprobado?
En la parte aragonesa, pudimos comprobar que había un nivel muy elevado de analfabetismo digital, igual que en el resto de España. Pero en Aragón se afincaba sobre el 97% de analfabetismo digital en las diferentes dimensiones competenciales que se medían. No solamente en el aspecto tecnológico, sino también en el aspecto de saber leer los lenguajes, los valores, los contravalores que están detrás de la información, los aspectos éticos y estéticos y la parte relacionada con la producción y con la recepción. En el sentido digital era en lo que más duchos estaban los aragoneses. También hay un capítulo relacionado con los programas de educación digital y educación para la salud que hay en nuestra Comunidad. Decidimos contrastar cuáles son las carencias de la ciudadanía y cuáles son las fortalezas de nuestra Comunidad en cuanto a políticas educativas relacionadas tanto con la formación lectiva como fuera de las aulas.
¿Todavía a estas alturas hay analfabetismo digital?
La población no sabe diferenciar por qué motivo un mensaje se da de una determinada forma en una cadena y de otra en otra, cuáles son los criterios editoriales o la estética de los anuncios de publicidad. Son dimensiones más relacionadas con aspectos basados en los lenguajes que, para nosotros, son tanto o más importantes que la mera tecnología. Saber manejar la herramienta no significa tener una responsabilidad copartícipe de poder ser prosumer (productor y consumidor) o emiret. Para que las personas no solo reciban, sino que también emitan y que tengan diferentes posibilidades de interactuar, tienen que tener una dimensión analítica, crítica y responsable. Todo lo relacionado con la identidad digital requiere un compromiso y una preparación.
Carmen Marta, en las instalaciones de Radio Unizar./LCR
Aplicando los resultados a los medios digitales, ¿habría que proyectarlos de distinta forma?
El periodista tiene que tener un poco de compromiso para que el mensaje llegue a ser inteligible, pero también en el sistema educativo. A los escolares de Primaria y Secundaria se les ha enseñado únicamente a aprender a leer y a escribir grafismo. En la universidad me encuentro que no saben hacer ni escuchar la radio, porque no están habituados a escucharla. Son la generación de la logosfera, del lenguaje del conocimiento impreso. Por tanto, habría que intentar integrar, dentro de los planes de estudio y de los currículos escolares, asignaturas que se relacionen con la nueva generación. Ahora se permite la posible inclusión de comentarios en las noticias por parte del público. Si los medios de comunicación van más allá, deberían de permitir una multidireccionalidad, donde todos los ciudadanos puedan integrar sus propios mensajes. Para eso estamos también los periodistas, para servirles como educadores, porque no deja de ser importante que el periodista es el periodista y el ciudadano es el ciudadano. Y que tenga competencias para ser fuente de una manera honesta, responsable y sana.
Como investigadora principal del GICID, ¿cómo aborda un campo tan extenso y novedoso?
En la Comunidad de Aragón somos pioneros en la investigación científica de todo lo relacionado con la comunicación digital en tres vertientes: Competencias digitales, la estructura de la comunicación digital y las narrativas digitales. En Aragón nos encontramos con que había algunas investigaciones relacionadas como la de Antonio Peiró, en 2004, sobre medios de comunicación autonómicos, y la de medios audiovisuales locales, realizada por el compañero de la Universidad Autónoma Fernando Sabés en 2002. Parecía que la investigación vinculada directa, indirecta o colateralmente con los medios de comunicación se había detenido en el tiempo a principios de siglo. Entonces decidimos dar un paso más hacia los nuevos soportes digitales en esa triple vertiente. Es cierto que tenemos antecedentes, en la Universidad de San Jorge puse en marcha el grupo GIEC. Allí ya empezamos con algunos compañeros, que ahora están en la universidad pública, a realizar investigaciones relacionadas con la educación mediática en esa primera parte de comunicación digital. También lo hemos abierto a otros entornos comunicativos, como es la parte de los emisores dentro del proceso, lo que es la estructura de la comunicación, y la parte fundamental del mensaje en cuanto a narrativas, formas de comunicar, y lo que son los lenguajes digitales.
Es un universo totalmente cambiante.
La comunicación es dinámica y se puede modificar fruto de una serie de indicadores. Pero llegar a descubrir esos indicadores y ver cómo el contexto hace que haya una dependencia de unas variables y que se modifiquen las conclusiones, es apasionante. Con mi grupo de investigación siempre intentamos poner en valor toda la investigación relacionada con las Ciencias Sociales. Hemos cambiado las probetas por las pantallas. Para nosotros también es importante ver cómo el progreso de la sociedad depende de la comunicación, y en este caso cómo los medios digitales han afrontado la comunicación de una manera muy distinta. Desde aquí también estamos coordinando, con el profesor José Antonio Gabelas, el laboratorio TRIC (Tecnologías de la Relación, Información y Comunicación), donde damos más importancia a la relación que a la tecnología y a la información. Esa parte de relación es absolutamente fundamental para que todos los ciudadanos puedan comunicarse de una manera operativa y de una manera válida.
Y de la experiencia de las universidades extranjeras, ¿qué diferencias hay?
Cuando sales fuera te das cuenta de todo lo que tenemos y muchas veces les digo a los alumnos, cuando vuelvo de Erasmus de dar clases en grados o doctorados por Europa: “No os dais cuenta de que tenemos muchísimas cosas en materia prima, muchos medios, con salas de edición, con un ordenador para cada alumno, y en una universidad pública”. En el último sitio en el que he estado, en una ciudad importante de Francia, había goteras y era una universidad con mucha tradición, pero una universidad donde los medios técnicos aún tenían Betacam. Nosotros, ya hace unos años, gracias a los recursos con los que contamos, editamos en digital. También en Latinoamérica me llamó la atención la poca puntualidad de las clases. Y en el campo de la investigación, los españoles nos caracterizamos por que los estudios han sido muy recientes. Las facultades de comunicación en España comenzaron en el 71. En tan solo unas décadas hemos tenido que calentar motores, ir a la velocidad del AVE y llegar a convertirnos en referentes en otros lugares. La línea de investigación que nosotros llevamos a cabo en GICID es referente en Latinoamérica.
Y en comparación con las universidades aragonesas.
Es fundamental que los aragoneses tengamos estudios de comunicación e investiguemos por aquellos que hemos tenido que prepararnos en otros sitios porque no existía cuando empezábamos los estudios universitarios. La posibilidad de tenerlo ahora aquí y poder trabajar aquí es algo importante. En comparación con las otras universidades en las que he estado, contamos con alumnos con una nota de corte cercana a un ocho, somos la segunda nota de corte más elevada de España. Son alumnos con un potencial increíble, se quedan 300 sin poder entrar por la nota de corte y eso hace que la Universidad de Zaragoza también sea un referente a nivel español. Con esa materia prima cualquiera puede llegar a formar bien. Los medios de comunicación nos están felicitando por el potencial de los alumnos.
Algunos medios de comunicación aragoneses han publicado que hay alumnos descontentos
Como contar con fuentes a lo mejor que intentan malmeter, que son poco hábiles o que intentan tergiversar la información pueden hacer daño en función de un determinado interés. Cuando en los medios de comunicación han salido estas noticias, nos consta que colegas y alumnos intentaron, en ese periodismo ciudadano importante, subir comentarios, y se mermaron las posibilidades porque ni tan siquiera aparecieron y algunos estuvieron tres minutos y a los tres minutos se descargaron. El periodismo tiene que ser algo plural. Y en ese sentido malintencionadamente o bien intencionada, pero sin hacerlo bien, se puede reconvertir esto en información falaz o en información que no sea la real. Esto también ha pasado en otras universidades. Yo recuerdo en la San Jorge que había mucha información que salía a la palestra diciendo que no había alumnos, que no se conseguía por la cuantía económica o por la nota de corte. La San Jorge sigue ahí y nosotros seguimos aquí. Puedes ahora mismo hacer un vox populi en el pasillo y preguntarles. Están contentos y nosotros también y con nuestras investigaciones dejamos constancia de nuestro trabajo. También tenemos otra faceta de transferencia a la sociedad. Nuestra radio la hemos abierto para que otros colectivos puedan venir y nutrirnos de ellos y darnos a conocer. Es difícil, cuando a la opinión pública trasciende una determinada noticia, luego decirle que eso no es así, que el medio de comunicación a lo mejor lo ha confundido. Pero con nuestro trabajo del día a día y todo lo que venimos desarrollando, la población aragonesa se dará cuenta de todo lo que estamos haciendo. De hecho, los alumnos estaban indignados. Mis vecinos me han preguntado que si iba a desaparecer el Grado, y obviamente no van por ahí los tiros.
El descontento no tiene nada que ver con que desaparezca el grado.
En realidad no existía el descontento. El tema era que no existían plazas de profesores fijos en el porcentaje a lo mejor requerido para que la acreditación podamos pasarla de una forma solvente. El descontento no es por la evaluación, porque aquí las evaluaciones se superan y el profesorado está bien evaluado. Todo se confundió, salieron frases como ayudante a doctor, una figura que ni tan siquiera existe. Carecemos en esa necesidad de que las plazas se fijen, se consoliden. Pero eso depende del Ministerio. Ahora mismo hay una política, las plazas van saliendo a medida que los profesores se van jubilando. Nosotros estamos en el inicio. Tienen que ser plazas de nueva creación o de consolidación de los compañeros que ya están acreditados para que den el salto.
Otra de las cosas que salió es que no hay catedrático. En los Grados de reciente creación aquí y en cualquier parte del planeta no hay catedrático, a menos que venga desde el principio, hasta que la cosa se va consolidando, conforme el tiempo pasa y el personal va realizando meritaje. Hasta que los estudios no se consolidan, es difícil llegar a tener todas esas figuras afincadas.
Eran cosas que salían y que la ciudadanía confunde con que hay un descontento. En realidad puedes preguntar a los alumnos y no existe. La plantilla no es sólida porque las plazas no se llegan a consolidar. Hay una política también de consolidación de plaza en los cuatro años con una prórroga de cinco. También es importante todos los compañeros que tenemos asociados, que están ahora mismo vinculados a medios de comunicación, que imparten clases. Porque en la universidad, además del saber relacionado con lo cognitivo, también es importante el saber relacionado con el saber hacer. Ahí los compañeros dotan a los estudios de esa praxis para que el periodista se llegue a crear en todas las facetas.
En todas las universidades, ¿qué puntos en común imparte a sus alumnos?
En la Universidad Complutense comencé con 23 años impartiendo asignaturas relacionadas con radio y hoy, 20 años más tarde, sigo impartiendo asignaturas relacionadas con radio. Entre los aspectos trasversales, que siempre en todas las asignaturas les comento, es que tengan en cuenta que, cuando se sientan delante de un micrófono o de una cámara, hay muchísimas personas a las que les llega esa información. Nos debemos al televidente, al oyente, para preparar mensajes que no solamente sean claros, concisos o breves, sino también que sean honestos. Y saber que la información tiene mucho valor y puede llegar a poner en peligro a determinados colectivos. Entonces considerarla con mucho cuidado y siempre ser periodistas con lealtad, honestidad y de una forma bien realizada elaboren la información. Otra de las cosas que he venido haciendo en las universidades es poner en marcha las emisoras de radios. En el caso de la Complutense iniciábamos Radio Complutense en 1997. Ahora estamos con el proyecto de Radio Unizar, una radio podcasting, distinta, que se integra en las radios universitarias de España. Fuimos la primera radio aragonesa en entrar. Y ahora llevamos la comisión de investigación.
La Universidad de Zaragoza, en el Encuentro de Profesores, organizado por el Congreso de Periodismo Digital./Álvaro Calvo
También ha investigado el panorama audiovisual, en la Universidad de San Jorge, ¿es posible una racionalización de horarios?
En algunos países europeos ya viene siendo habitual. En España no estamos muy acostumbrados a adelantar los horarios. Es importante que las madres puedan compatibilizar su vida laboral con la vida familiar. Cuando hemos hecho investigaciones con niños de 7 a 12 años, los contenidos que menos les gustan son los publicitarios por su abuso y los informativos porque no llegan a entenderlos. Sería interesante, como se dijo en el Comité de Sabios en RTVE en 2004 con el código de autorregulación, contar con contenidos en los que haya pedagogos en los que se analice la propia mirada del niño en función de los niveles de desarrollo evolutivo para saber qué les va a interesar y hacer una actualidad para su mirada. Si no les preparamos para consumir información, mucho menos para después saberla realizar en sus medios.
Después de tantas investigaciones, ¿es positiva o negativa respecto al futuro de la profesión?
Yo soy absolutamente positiva. Tampoco es verdad que quiera pecar de ser ingenua, pero sí creo que la profesión ha llegado a un punto en el que se tiene que reinventar. Estamos en una era de transición porque no está todo agotado, los modelos siguen renovándose. En la carrera, en todos los cursos, tenemos asignaturas relacionadas con proyectos para vincular la competencia del emprendimiento, para que sepan hacer nuevas patentes, mediante nuevos modelos de negocios. Se trata de poner sobre la mesa la creatividad y el ingenio para descubrir otras fórmulas de hacer periodismo. Es verdad que la profesión en sentido tradicional ahora mismo está pasando un gran bache. Todos somos conscientes de que el nivel de desempleo en nuestro sector es uno de los más duros. El modelo ha cambiado, ya no hablamos tanto de ‘mass media’ sino de ‘self media’, de medios que se seleccionan a pequeña escala y que son un poco distintos. Esta profesión es maravillosa, pero el contexto ha cambiado, y hay que encontrar nuevas fórmulas.