La investigadora y catedrática de Periodismo, Carmen Marta-Lazo, hace balance de su primera edición como directora de los Cursos Extraordinarios de la Universidad de Zaragoza. Unos cursos que han llegado a 15 sedes distintas distribuidas por todo el territorio aragonés y que han registrado más de 1.000 inscripciones, tanto de la Comunidad como internacionales.
El contenido impartido en los 82 cursos programados ha sido de temática y metodología diversa. Además de vertebrar el medio rural, estos cursos se han complementado con una oferta de ocio y cultura para conectar con los vecinos de las diferentes localidades.
Termina una nueva edición de los Cursos Extraordinarios de Zaragoza y, en su caso, la primera edición como directora. ¿Qué conclusiones se pueden obtener?
Ha sido una edición muy diversa en cuanto a temáticas y sedes. También ha habido modalidad online para que personas de otros lugares pudieran acceder. Hemos observado que se ha apuntado bastante alumnado internacional de diferentes países y hemos conmemorado hitos. Entre ellos, la 25ª edición del Curso de Entomología Sanitaria y Control de Vectores impartido por el catedrático Javier Lucientes que se ha llevado a cabo en la sede de Grañén y al que han asistido alumnos procedentes de países como Guinea o Alemania.
Unos cursos que presentan una amplía variedad temática. Se ha hablado de historia, biología, software o digitalización, meteorología, arquitectura e incluso influencers. ¿Responde a la estrategia de llegar a un público diverso?
Sí, nuestro objetivo es diversificar targets para intentar que la gente tenga una formación complementaria y ofrecer temáticas que necesitan exploración en el territorio. Los temas y los formatos son muy diversos, desde los mamíferos del Pirineo con trabajo de campo hasta contenido relacionado con el Túnel de Canfranc y la visita al laboratorio. También hay cursos de carácter tecnológico para saber programar algoritmos en el área de ciencias sociales.
Desde el punto de vista comunicativo, nos parece una fenomenología bastante interesante. Esa diversidad de aprender cómo hacer contenidos informativos. Creemos que es muy útil esta diversidad.
Además, si por algo se caracterizan estos cursos es por llevar la Universidad al medio rural. ¿Qué respuesta han recibido?
En los pueblos de tamaño más reducido se convierten en el gran evento del verano. En Ansó, el curso de Órgano ibérico llenó la iglesia y todas las calles se vistieron de esa armonía. También está el curso de momias de Quinto. Para estas poblaciones son unos eventos destacados a lo largo de la agenda del año. Además, desde el punto de vista de la Universidad nos interesa vertebrar el territorio y alcanzar los públicos a los que no tiene acceso la Universidad.
Complementan estos cursos con actividades culturales abiertas a la ciudadanía.
En Jaca, a lo largo de todas las semanas, hemos tenido actividades culturales los miércoles y los viernes para abrir las puertas a la sociedad jaquesa. Los Cursos Extraordinarios de la Universidad de Zaragoza permiten la transferencia de conocimiento en el medio rural. Nos parece importante abrir las puertas a la gente que tiene interés sobre los temas que tratamos. Podrían servir como ejemplo la conferencia “Últimos avances sobre el rejuvenecimiento celular” con Manuel Serrano; la lección magistral a cargo del reconocido catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Zaragoza, Julián Casanova, con el título “Lecciones del Siglo XX europeo” o el ciclo en torno a la película La Carrasca, que versa sobre la vida de Teresa Ramón, autora oriunda del pueblo oscense de Ara.
No solo esto. Hemos cerrado con el concierto “La dama en el Camino de Santiago: Mulieres errantes”, a cargo de Marga Mingote y Júlia Chinier, con un rico repertorio ofrecido en las lenguas del camino. Ha sido realizado en cinco idiomas y con la música clásica como protagonista.
Una vez finalizada esta edición, ¿qué horizontes se abren para el 2023?
Pretendemos asentar más la imagen de marca de los cursos y obtener una mayor visibilidad, tanto en España como en el ámbito internacional. Se trata de unos cursos pioneros, donde han asistido figuras como Miguel de Unamuno, Federico García Lorca o Ramiro de Maeztu. Todos ellos, personalidades que nutren esa apuesta por el conocimiento, la ciencia, la ingeniería, las artes y la salud, entre otros.
