En pleno Pirineo, la localidad oscense de Castejón de Sos destaca por ser uno de los mejores puntos para practicar el parapente y por sus paisajes y rutas senderistas y también por ofrecer la posibilidad de escuchar y hablar con algunos de los más reconocidos periodistas y políticos españoles en uno de los encuentros más singulares sobre el mundo de la información: las jornadas Periodismo de Altura, que el 25 de agosto celebran su quince edición. El periodista Enrique Serbeto, veterano corresponsal en el extranjero de ABC y nacido en el pueblo, es el impulsor y coordinador de esta cita, dedicada a reflexionar sobre la profesión periodística a la luz de los grandes temas informativos del año.
Serbeto explica que el germen de este encuentro surgió durante su etapa de corresponsal en México, donde se relacionaba especialmente con los compañeros de La Vanguardia, Joaquín Ibarz, de Zaidín, y de El País, Juan Jesús Aznarez, de Pamplona: “Hablando de quedar en vacaciones, les propuse juntarnos en mi casa, en Castejón de Sos, por estar a medio camino. Así empecé a darle vueltas a la idea de invitar a algunos colegas para que conocieran esta maravilla que es el Pirineo y aprovechar para organizar unas charlas sobre periodismo. Un par de años después comenzó a rodar la cosa”.
Este carácter de reunión de amigos se suma a lo inhabitual de la sede, que permite una relación cercana entre el público y los participantes, definen el espíritu de las jornadas, que a la vez destacan por su calidad. El ministro de Exteriores Miguel Ángel Moratinos, Jordi Evolé, Gervasio Sánchez, Rosa María Calaf… son algunos de los nombres de la larga lista de invitados que han pasado por las sucesivas ediciones de Periodismo de Altura; pese a que la organización solo les cubre la estancia y según los casos el desplazamiento.
Enrique Serbeto señala que reunir a participantes como estos se consigue “siendo un poco pesado con los colegas”, pero que no es difícil porque “el Pirineo es un atractivo importante y siempre hemos buscado gente que quiera participar por proximidad y por simpatía”. El coordinador de las jornadas destaca que el principal problema es cuadrar las fechas, “este año han sido cuatro los casos en los que al final han fallado participantes por sus compromisos profesionales” y así resalta al lado de los asistentes a otros que lo han intentado, como los reporteros Antonio Pampliega o Manu Bravo.
Al lado de la disposición de profesionales, Serbeto destaca en el éxito de las jornadas el apoyo del Ayuntamiento de Castejón de Sos, la Diputación Provincial y el Gobierno de Aragón; pero sobre todo subraya que lo más importante es el interés del público: “Ya en Semana Santa la gente me pregunta quién va a venir y hay una asistencia y un interés muy grandes. Los coloquios se alargan y me consta que hay quien planifica sus vacaciones para estar aquí”.
Las jornadas Periodismo de Altura incluso durante años señalaron el comienzo del curso político en Aragón, con la participación y las primeras intervenciones de Marcelino Iglesias o Luisa Fernanda Rudi tras las vacaciones de verano; pero sobre todo han ido debatiendo sobre los grandes temas de actualidad y su tratamiento informativo y se han consolidado como una cita fija y esperada.
La estructura de este encuentro desde sus inicios, una única tarde con varias mesas redondas abiertas a la intervención del público, es para su coordinador “una fórmula que funciona muy bien” y que tiene una estructura ya asentada, aunque Serbeto señala que se podría estudiar algún cambio, sobre todo con el objetivo de vincularlo de alguna manera con las facultades de Periodismo aragonesas, para que los alumnos, de alguna manera, pudieran aprovecharse del contacto con profesionales que ofrecen.
Un contacto que es lo que Enrique Serbeto destaca para animar a asistir a las jornadas, este año el día 25 de agosto: “Es una oportunidad de preguntar, escuchar y conocer el trabajo de testigos de los grandes acontecimientos del mundo; en un entorno único y además gratis”.
Melocotones para el ministro
La presencia en 2005 de Miguel Ángel Moratinos, entonces ministro de Exteriores, es uno de los momentos destacados en la historia de las jornadas Periodismo de Altura.
Enrique Serbeto señala cómo los organizadores casi se vieron desbordados ante la presencia en un evento modesto del político, quien impartió una charla sobre Oriente Próximo, tan concurrida como animada, hasta que los encargados de protocolo le hicieron concluir con el tiempo justo para tomar el AVE.
El coordinador de las jornadas cuenta que su compañero Joaquín Ibarz, hasta su muerte colaborador fijo, regalaba a los participantes una caja de melocotones de su pueblo, Zaidín, y Moratinos, con las prisas finales, se fue sin ellos, pero que un tiempo después cuando se lo volvió a encontrar en Bruselas le recordó que estaban pendientes y se los enviaron a Madrid.
