Conclusiones del XVIII Congreso de Periodismo Digital de Huesca

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En la clausura del XVIII Congreso de Periodismo Digital de Huesca, el periodista Dario Pescador ha dado lectura a las conclusiones, que son las siguientes:

“El periodismo no es lo que era.

sala

Entre los veteranos de este congreso tenemos un chiste privado y hablamos del “día de la marmota” cada vez que alguien saca en el escenario un lugar común como este, que no ha cambiado en los últimos 18 años.

El periodismo no es lo que era, y antes todo esto era campo.

Dijo Vicente Vallés que hemos entrado en una realidad paralela donde los datos ya no convencen a los lectores. Esos lectores que, enfrentados con una verdad que no les interesa, deciden que no lo que ven no es verdad.

Pero ¿qué vamos a hacer cuando los datos nos fallan? Ed O’Keefe, el periodista del Washington Post que cubre el congreso de EEUU reconoce que las encuestas se equivocaron al pronosticar el resultado de las elecciones. Los datos no dieron la respuesta correcta porque estaban haciendo la pregunta equivocada. Pero el resultado es que hay gente que piensa que la verdad y los datos son cosas opinables.

Porque la verdad ya no es lo que era. Antes, en España, la Verdad en el periodismo era un periódico de Murcia. Hoy las cosas han cambiado y todos podemos elegir nuestra propia verdad. Podemos mudarnos a un barrio digital donde todos tus vecinos piensan como tú, en una urbanización de Facebook donde abres la ventana y solo ves una versión virtual de los hechos, amplificada, destilada, en 3D y 360 grados, que es exactamente la verdad que quieres ver.

Poco importa que el Washington Post dedique seis periodistas en exclusiva a cubrir los muchos conflictos de interés de su presidente, porque los votantes de Trump jamás lo leerán. Poco importa que se acose a los periodistas en España, cuando las amenazas del poderoso las recibe el director del periódico y las ruedas de prensa no admiten preguntas. Poco importa cuando la mentira ya no tiene coste político, aquí nadie dimite y a los periodistas se les despide cuando no convienen.

La realidad ya no es lo que era. Antes, si salía en televisión, era real. Ahora la televisión lleva una doble vida, en la pantalla del salón y en twitter, para espectadores que tienen un ojo en la caja tonta y otro en el teléfono inteligente. Lo importante no es que veas, sino que participes. Es la democracia de la audiencia.

 

Por primera vez alguien ha dicho en este congreso que las audiencias no importan. Que la obsesión por los medios por las cifras les obliga a hacer noticias de baja estofa y los pone en manos de los intermediarios de la publicidad. Que es mejor tener 1.000 lectores comprometidos que 100.000 que caen en tu página para ver fotos de gatos.

Dicen que este es el mejor momento para el periodismo, y el peor momento para los medios. Aceptamos con resignación que no existen los medios independientes, sin embargo algunos medios han decidido dejar de depender del político, el banco o la eléctrica, y eligen depender en su lugar de la colaboración de sus lectores o el compromiso de sus socios.

Periodismo es publicar lo que alguien no quiere ver publicado. Periodismo es molestar. Periodismo es recibir todos los días llamadas de políticos y anunciantes para que retires una noticia. Periodismo es no hacer caso a esas llamadas. Dice Gregorio Morán que cada vez sabemos menos, cuando tenemos cada vez más información, pero de peor calidad.

La democracia muere en la oscuridad, se lee en la portada del Washington Post. Pero ¿y si también está muriendo por exceso de luz? Esa luz de la pantalla del móvil que nos mantiene despiertos por la noche con un incesante chorro de información y desinformación, y sin tiempo ni forma de saber la diferencia entre ambas.

La democracia ya no es lo que era. ¿Cómo va a serlo cuando la mitad de los seres humanos todavía tienen que trabajar el doble para cobrar la mitad solo por el hecho de tener vulva? Cuando las directoras de los medios tienen que soportar que les pregunten cuándo viene su jefe. Cuando día tras día se informa sobre las mujeres sin preguntar a las mujeres. Si podemos dejar de lado a la mitad de la humanidad, ¿cómo no obviar las noticias que no nos gustan?

El periodismo ya no es lo que era, y antes, en marzo, en Huesca hacía mucho frío, por mucho que Donald Trump diga que el cambio climático es un invento de los chinos. Pero no hay marcha atrás. No se puede desinventar Internet. La pasta de dientes está fuera del tubo

El gato está fuera de la bolsa. La noticia embargada acaba de aparecer en Twitter.

Los nuevos proyectos hablan de hacer periodismo aceptando que esto no es lo que era. Su punto de partida es que los medios han perdido su único activo: la credibilidad, y va a costar recuperarlo. Esto no es lo que era, pero es lo que hay. Como con todo en la vida, no dejemos que la nostalgia por lo que se ha ido nos impida crear, emprender, ilusionarnos y disfrutar lo que sí tenemos.

Muchas gracias”

 

Resúmenes de todas las ponencias del Congreso