La nueva resolución 70/162 de las Naciones Unidas, adoptada el pasado 17 de diciembre, añade un lenguaje más duro que los textos anteriores, especialmente en materia de protección a los periodistas que cubren manifestaciones y terrorismo. La Asamblea General “pide a los Estados que tomen medidas para combatir el terrorismo y preservar la seguridad nacional, así como cumplir sus obligaciones internacionales y no actuar de manera arbitraria en la protección del los periodistas”. Esta última afirmación toma especial relevancia en el actual clima de peligro para ejercer el periodismo.
El tercer comité de la Asamblea General de Naciones Unidas adoptó la resolución inicialmente el 17 de noviembre de 2015, y la Asamblea General lo ha hecho el 17 de diciembre. El texto reafirma lo contenido en resoluciones anteriores sobre la materia (68/163 de diciembre de 2013 y 69/185 de diciembre de 2014) y condena los ataques a los profesionales de la información tanto en zonas en conflicto como en zonas de paz.
Se necesitan más acciones concretas ante el deterioro de la situación en la que tienen que trabajar los periodistas. La resolución recoge los esfuerzos para conseguir el nombramiento de un Relator Especial para la Seguridad de los Periodistas del Secretariado General de Naciones Unidas.
En este sentido, el Relator Especial tendría como principal objetivo vigilar el cumplimiento de las obligaciones adquiridas por los Estados miembros bajo el derecho internacional. Además, dada su posición permanente y adjunta al Secretariado General de Naciones Unidas, este relator podría impulsar significativamente el Plan de Acción para la Seguridad de los Periodistas y la Lucha contra la Impunidad, así como coordinar a la UNESCO, el Consejo de Derechos Humanos, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos y el Relator Especial sobre la Promoción y Protección de los Derechos a la Libertad de Opinión y de Expresión. Fuera de Naciones Unidas, podría igualmente coordinar los esfuerzos de esta organización con los del Consejo de Europa o la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Publicado en Reporteros sin Fronteras
