Las organizaciones de periodistas rechazan la elección de una persona no titulada como responsable del Gabinete de Prensa del Ayuntamiento de Cádiz

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La Asociación de la Prensa de Cádiz (APC) y la Demarcación Territorial del Colegio de Periodistas de Andalucía (CPPA) en Cádiz muestran su rechazo a la contratación como responsable del Gabinete de Prensa del Ayuntamiento gaditano a un trabajador que no cuenta con la Licenciatura en Periodismo.

Comunicado de la APC.

Estas organizaciones tienen entre sus objetivos defender a los profesionales de la comunicación, dignificar la profesión y fomentar su mejora. Estas metas no se pueden alcanzar si se continúan menospreciando los estudios universitarios que habilitan para el ejercicio del Periodismo. Si bien entendemos que la titulación no debe ser la única consideración a tener en cuenta a la hora de seleccionar a un candidato, sí creemos que debe ser la primera e indispensable, más si cabe si se trata de una institución pública.

La APC y el CPPA realizaron una intensa campaña de información en el periodo electoral para solicitar a los diferentes partidos que concurrían a los comicios municipales que tuvieran en cuenta esta exigencia a la hora de conformar sus equipos de prensa. Esta petición llegó también a los dirigentes de Por Cádiz Sí Se Puede, que ahora lideran el equipo de gobierno municipal. Lamentamos que esta solicitud haya sido ignorada.

Creemos que las instituciones públicas deben dar ejemplo a la hora de profesionalizar sus gabinetes de comunicación, un instrumento que será fundamental en su relación con los medios y, por tanto, con la ciudadanía.

 Pese a ser un servicio fundamental para un consistorio, son pocos los que cuentan con periodistas en sus plantillas. En la mayoría de los casos estos puestos se ocupan con cargos de confianza, cuyo número, salario y características depende del equipo de gobierno de turno.

Convocar plazas para cubrir estos puestos supondría una mayor estabilidad para sus trabajadores, poder disfrutar de unas condiciones laborales equiparables a las de otros empleados de su categoría y, sobre todo, concurrir de forma justa e igualitaria a un proceso de selección en el que, ahí sí, la titulación sería una condición determinante.