La FAPE insta a los medios españoles que no cedan a presiones de los gobiernos contra los corresponsales

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La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) hace un llamamiento a los medios de comunicación españoles para que no cedan a las presiones que pueden ejercer diferentes gobiernos u organizaciones internacionales, por razones exclusivamente políticas o económicas, contra los periodistas que realizan su trabajo con profesionalidad en diferentes territorios del extranjero.

Para la FAPE resulta lamentable, no sólo que haya gobiernos de países que presionen a periodistas españoles destacados en su zona, con el fin de que moderen o influyan a su favor en las informaciones que transmiten, sino que consigan sus objetivos al encontrar en España empresas periodísticas débiles que ceden sin rechistar y despiden corresponsales o los envían a otro punto, para así no incomodar a políticos u otros poderes. Esto coincide también, actualmente, con el incremento de accionistas de países de muy dudosas garantías democráticas y de oscuros objetivos que desdeñan la información periodística seria y rigurosa.

En el caso de los medios de titularidad pública se pide, si cabe, más celo en que se mantenga una información objetiva, sin presiones, por encima de otros criterios. De los periodistas destacados en otros puntos del mundo depende la información que hará conformar la opinión de los españoles, cuya Constitución les otorga el derecho a recibir libremente una información veraz.

Entendiendo que las legislaciones son distintas en los diferentes estados, es preciso recurrir a la Declaración Universal de los Derechos Humanos cuando en su artículo 19 dice que “todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”. Más que nunca hay que proclamarlo y reivindicar su cumplimiento.

Este derecho a la libertad de expresión e información hay que reivindicarlo también, no sólo ante los gobiernos, sino ante quienes presionan desde otras partes, llegando a emplear las redes sociales para amenazar, incluso, exhibir ejecuciones y hacer llegar a la sociedad su mensaje a partir de la acción terrorista.

La FAPE hace una llamada a los ciudadanos para que no participen del juego que persiguen los radicales y los asesinos y no caigan en la trampa de colaborar en este intento de manipulación del sentimiento colectivo. Llamamiento extensivo a los profesionales para que denuncien a las autoridades amenazas -condenables y rechazables- dando el mínimo de publicidad a los autores de las mismas, con el fin de que no consigan su objetivo.

Hacemos llegar la solidaridad de la FAPE a los familiares y compañeros de centenares de periodistas locales que mueren asesinados en diversos puntos del mundo, por ejercer el periodismo. Reiteramos el apoyo y solidaridad a los periodistas españoles despedidos, trasladados por presiones externas a sus empresas a otros países o amenazados por cumplir con su misión de informar en libertad y practicando el buen periodismo.