Hubo una época en la que semanas como la ya pasada eran una especie de tiempo muerto en el que los diarios tenían que tirar del monstruo del lago Ness, el veraneo de las celebridades (empezando por los Reyes de España y los de parte del extranjero) y los sucesos, que nunca faltaban porque el calor parecía atraer a la mala fortuna. Pero ahora casi ningún diario trae crónicas de Mallorca y la Costa del Sol. Sus actuales Majestades prefieren mantener un perfil estival bajo. Y los bichos y culebras no dan miedo a nadie y son, más bien, especies protegidas o extinguidas. Será por eso que la semana del 15, o semana de la Virgen si prefieren, ha sido como una montaña rusa, una continuación acelerada del habitual torbellino que convierte todo en conflicto político, suma en una misma jornada asuntos condenados a desbocarse y pone de los nervios a cualquiera que se asome a las noticias, aunque sea en esas ventanitas que aparecen cuando estás entrando en la página del correo electrónico. Un sinvivir.

El otro día, sin ir más lejos, teníamos la conmemoración de los atentados yihadistas en Cataluña (con las víctimas lamentándose, las instituciones peleándose, la Guardia Çivil y la Policía echándoles la culpa a los Mossos y los independentistas devolviéndole la pelota al CNI). Además, los editoriales conjuntos de los medios (progresistas y conservadores moderados) estadounidenses haciendo frente a Trump. Y la tremenda polémica por el hundimiento en el puerto de Vigo, y el follón de los impuestos a los ricos (un imposible, al parecer), y el resabio antimunicipal del Real Zaragoza, y… Total, que el sesenta cumpleaños de Madonna se quedó fuera de mis alcances, de tal forma que no me atreví a dedicarle al tema un articulejo (que bien se lo merecía a mediados de agosto) por no parecer frívolo, que luego muchos de ustedes hubieran replicado que vaya melonada habiendo asuntos de tanta envergadura. Encima, este país nuestro, desbordado ahora mismo por una especie de trumpismo cañí, rebosa de mala leche. No hay tregua, amigos.

José Luis Trasobares, Presidente de la APA

Artículo publicado en El Periódico de Aragón el 20 de agosto