Cristina Burillo, con el molino de viento de Ojos Negros al fondo

La periodista zaragozana Cristina Burillo (1995) da voz a las historias del medio rural en el programa ‘Territorio Vivo’, de Aragón TV. Afirma que en estos lugares hay vida, futuro y muchas noticias que merecen la pena ser descubiertas y contadas. Destaca también la participación de muchos de los vecinos en las iniciativas que se desarrollan en las pequeñas localidades de una comunidad que se caracteriza desde hace décadas por la baja densidad de población y la alta dispersión de sus municipios, entre otros rasgos demográficos.

Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza y con un Máster en Periodismo en Televisión por la Universidad de Nebrija, Burillo se ha convertido, como presentadora de ‘Territorio vivo’, en uno de los rostros conocidos para la audiencia de Aragón TV.

Más de 400 programas en Aragón TV con Territorio Vivo. ¿Qué realidad del medio rural te ha descubierto este programa?

Cristina Burillo, en uno de sus reportajes en la localidad turolense de Albalate del Arzobispo

Hasta que comencé a trabajar como periodista en Territorio Vivo no era consciente del elevado número de actividades que se realizaban en el medio rural, y de la riqueza y diversidad de cada una de ellas. Habitualmente siempre tendemos a dar voz a los acontecimientos que tienen lugar en los lugares donde se concentra la mayoría de la población, como puede ser la ciudad de Zaragoza, y resulta difícil llegar al resto de municipios. Merece la pena hacerlo, porque es en estos pequeños pueblos donde encontramos grandes historias que contar.

Personalmente, visitar cada semana diferentes localidades de Aragón me ha abierto los ojos y me ha descubierto costumbres, tradiciones y oficios, como el desbriznado de la flor del Azafrán, en Monreal del Campo. Allí fue donde realicé mi primer programa y hasta ese momento, desconocía el trabajo tan arduo y laborioso que los vecinos de esta localidad turolense llevan a cabo para extraer esta especia a la muchos llaman el oro rojo.

Historias que suceden en los 731 municipios de Aragón. ¿Hay alguna que te haya marcado especialmente o con la que te sientas identificada?

He vivido muchas experiencias profesionales y todos las personas que he conocido en el medio rural me han aportado una enseñanza, pero si tengo que elegir una, me quedo con la historia del maestro de la escuela de Pitarque. Había estudiado en la Universidad de Harvard y decidió regresar al medio rural, en concreto al Maestrazgo, para dirigir un centro educativo que en 2019 contaba con sólo cinco alumnos. Al principio te preguntas qué hay detrás de una decisión de vida que va a la contra de lo que la mayoría de la gente joven hace actualmente. Cuando ves que el maestro es uno más del pueblo, que está totalmente integrado con los vecinos, y te transmite su felicidad de vivir ahí, lo comprendes, y sientes incluso una envidia sana.

También recuerdo de manera especial el programa en el que visitamos la casa rural de Asín, en las Cinco Villas, tematizada siguiendo la historia de Harry Potter, o el reportaje sobre la berrea, donde los ciervos en celo comienzan a bramar para acercarse a las hembras.

Cuando se habla de medio rural en las noticias, reportajes, entrevistas y otros contenidos informativos se suele asociar a palabras como España Vaciada, despoblación… ¿Consideras que hay que dejar de lado estos términos con cierta connotación?

Territorio Vivo se emite los fines de semana, a las 19.50 horas, en Aragón TV

Sí, totalmente de acuerdo. De ahí también el nombre de nuestro programa ‘Territorio vivo’, que busca romper con esa imagen pesimista de todo lo que se encuentra fuera de las grandes ciudades. Hace falta resaltar los aspectos positivos de vivir en el pueblo para que cada vez haya más gente que apueste por el medio rural. Ahora, tras la pandemia, estamos viendo como muchas parejas jóvenes aprecian el valor de desarrollar su proyecto de vida fuera de las capitales de provincia, en plena naturaleza. Y esta realidad también se nota en el tipo de iniciativas que contamos a los espectadores cada semana: construcciones de nuevas viviendas, espacios de teletrabajo, instalaciones de banda ancha e iniciativas dirigidas a la juventud.

Además de haberte convertido en una gran conocedora del medio rural, ¿qué te ha aportado este programa?

Me ha hecho feliz, y eso creo que es lo más importante. Mi sueño siempre ha sido contar historias y me ha permitido hacerlo como profesional durante más de 400 programas, muchos de ellos delante de la cámara, también como presentadora. Cada día de trabajo es un reportaje diferente, un lugar distinto, conoces a nuevas personas, emprendedores, y eso es otro aprendizaje como periodista.

¿Valoras en un futuro poder desarrollar tu profesión y echar raíces en el medio rural?

Por supuesto que sí, me encantan la naturaleza, los animales y toda la zona del Pirineo, aunque soy consciente de que en la situación actual en la que nos encontramos, es complicado poder dedicarte exclusivamente al periodismo en el medio rural. En cualquier caso, es una decisión y un proyecto de vida que valoro a medio y largo plazo. Me gustaría emprender en el pueblo a través de iniciativas relacionadas con la comunicación.